Plaza de la Independencia

La Plaza de la Independencia es un emblemático punto de referencia de la ciudad donde convergen las calles Serrano, Alcalá y Alfonso XII. Una plaza donde se ubica la Puerta de Alcalá, uno de los monumentos icónicos de la ciudad.

Una puerta de estilo neoclásico con cinco vanos al estilo de arcos del triunfo, construida en 1778 por el arquitecto Francisco Sabatini dentro de las reformas acometidas durante el reinado de Carlos III. Ejercía la función de puerta de entrada y salida de la villa, con tres arcos de medio punto destinados a los carruajes y dos con dintel más pequeños y destinados a los peatones.

Las dos fachadas de las que está compuesta muestran decoraciones diferentes, resultando más sencilla la cara interior (inicialmente la que daba a la ciudad, en la que figuran las cuatro virtudes: Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza) que la exterior, presidida por el escudo real y con mayor riqueza decorativa, que era la que veían aquellos que entraban a Madrid.

La plaza fue urbanizada al estilo de las plazas parisinas, manteniendo en parte los jardines centrales que conservan elementos clásicos de época. Junto a la Puerta de la Independencia del Parque de El Buen Retiro y los edificios que rodean la plaza forman un conjunto histórico artístico que lo ha convertido en referencia turística en el eje Cibeles-Retiro.

En la actualidad las amplias aceras que rodean la rotonda circulatoria cuentan con diferente mobiliario urbano y animadas terrazas de hostelería y restauración. Un enclave que funciona como escenario de acontecimientos sociales y culturales de la ciudad.

Actualizado: 11/12/2019