Hoy hablamos con…El Ranchito

Inauguramos nueva sección encaminada a poner en valor y dar a conocer el trabajo de profesionales y empresas del sector audiovisual de Madrid

Comenzamos con el reconocido estudio madrileño de efectos visuales El Ranchito

El Ranchito, empresa madrileña de efectos visuales para cine, televisión y publicidad creada en 2004, y un referente en su ámbito, nos ha sorprendido estos días con el anuncio de que tras año y medio de negociaciones ha sido adquirida por The Fuse Group, organización matriz de los estudios de efectos visuales FuseFX, FOLKS y Rising Sun Pictures, de EagleTree Capital.

Para hablar acerca de este cambio fundamental y sobre los orígenes, brillante trayectoria y filosofía del estudio, Madrid Film Office ha conversado con el creativo Félix Bergés, cofundador y Director general del estudio madrileño (al que localizamos en Sierra Nevada en pleno rodaje de la nueva película de J.A. Bayona, La sociedad de la nieve) y con Gonzalo Carrión,  Director de operaciones (COO).

“The Fuse Group es sin lugar a dudas lo que cualquier empresa de nuestro tamaño busca, un socio que le ayude a mejorar sin perder su identidad. Y no es un comentario vacío, es realmente increíble que solo hayan pasado unos días y ya estamos en contacto con increíbles profesionales de otros continentes compartiendo inquietudes y formas de ver el negocio en un entorno de enorme respecto y confianza”, comenta Carrión. “Ganamos en confianza, en ilusión, en motivación, en talento, efectividad, conocimientos y en claridad. Pensamos que dentro de un grupo tan singular podemos impulsar nuestras capacidades y conocimientos exponencialmente”.

Más de cien spots y más de cien películas y series de televisión

A pesar de este gran crecimiento y transformación, El Ranchito mantiene la marca y el equipo directivo continuará liderando sus proyectos y su forma de abordar los proyectos. Una manera con la que desde 2004 ha participado en la postproducción de más de cien spots y más de cien películas y series de televisión, muchas de ellas para el mercado internacional. Entre sus trabajos se encuentran los efectos digitales de Ágora, de Alejandro Amenábar, Jurassic World: El reino caído, Lo imposible y Un monstruo viene a verme, de J. Bayona.

Ágora

También de series de televisión como Juego de tronos, The Mandalorian, Stranger Things, Lost in Space, Westworlds o See. Y no han parado de lloverles reconocimientos, entre los más recientes su sexto premio de la Visual Effects Society (VES) -los Oscar de los efectos visuales- por su trabajo en la segunda temporada de See de Apple TV+.

Segunda temporada de See

El estudio ya se había alzado antes con cuatro VES por Juego de tronos y uno por Lo imposible, la película de los hermanos Bayona que les lanzó por vez primera al mercado internacional.

Estos galardones se suman a los nueve Goyas en el apartado de mejores efectos especiales , (incluyendo el de la última edición de los premios, donde ganaron con Way Down, rodada en Madrid con amplio apoyo del Ayuntamiento) tres Gaudí y al Emmy y un HPA (Hollywood Professional Association) Award a los mejores efectos visuales por Juego de tronos.

Hace escasas semanas, además, la revista de negocios británica Acquisition International (AI) les concedía uno de sus premios anuales a la Excelencia Empresarial.

Orígenes y trayectoria

El Ranchito nace en 2004 fruto del reencuentro de muchos profesionales técnicos. Su único objetivo entonces era ofrecer calidad utilizando los procedimientos que garantizaran un buen resultado. “Nos apetecía trabajar de una manera distinta: queríamos dedicarnos más al cine, y progresar técnicamente”, señala Félix Bergés. “Hemos tardado muchísimos años en estar donde estamos, fue muy poco a poco…”.

El punto de giro en la trayectoria de El Ranchito aparece cuando los hermanos Bayona deciden contar con ellos para la realización de los difíciles efectos visuales de Lo imposible, de 2012. “Es el trabajo en el que más he arriesgado, fue un gran reto, pero parece que salió bien, a la gente le gustó muchísimo y es lo que nos dio algo de proyección internacional”, explica Bergés. “Ganamos nuestro primer VEST por este trabajo. Justamente porque es un premio dado por técnicos para los técnicos es tan apreciado”, agrega Carrión. “El VEST nos abrió al mundo: de repente hay una empresa en España que hace efectos especiales con mucha inteligencia. Acto seguido nos llamaron de Estados Unidos para tener unas reuniones y empezamos a explorar tímidamente el mercado norteamericano. Luego se ha visto con otros títulos como La casa de papel que el talento español abre mercado”.

Lo imposible

El segundo momento clave de El Ranchito llegó con su trabajo en Juego de tronos, para la que crearon los caminantes blancos durante cuatro temporadas.

Nos hizo cambiar la estructura de la empresa”, comenta Carrión. “De repente nos llegaron las auditorías de seguridad de las grandes plataformas que tienen unos estándares de calidad muy altos. O modificábamos nuestra forma de pensar y de hacer e invertíamos en sistemas y políticas de seguridad y en procedimientos de calidad o nos quedábamos fuera”.

“Lo que mejor se nos da son los grandes entornos, masas, crowd, personajes en 3D, efectos físicos, de agua, hielo…”, añade Bergés. “Con Juego de tronos nos hemos curtido muchísmo en el mundo del hielo, la nieve…”  

Juego de tronos, sexta temporada

La necesidad de una buena política de incentivos fiscales

Si estudiamos el mercado audiovisual español, no existe otra empresa de efectos visuales con tanta proyección como El Ranchito, pese a que en estos momentos se vive un gran crecimiento en producción audiovisual, en especial en los efectos visuales para series.  

“Nos hemos consolidado por esa flexibilidad y esas ganas de hacer las cosas bien, ese es el secreto”, explica Carrión. “Que seamos la excepción no nos gusta, queremos generar industria. En España tenemos todavía mucho que aprender, falta generar buenos incentivos”.

Félix Bergés por su parte indica que es cuestión de tiempo que aparezcan otras empresas de efectos visuales competitivas: “Lo que les falta a los estudios españoles es tamaño porque talento hay. Nuestro país se encuentra ahora en un momento extraordinario para poder crecer y convertirse en una industria de los efectos visuales como son Reino Unido, Francia o Alemania. Tenemos el talento, la capacidad y el reconocimiento internacional. Pero, para que eso cambie y demos el salto hace falta seguir desarrollando una política de incentivos fiscales en sintonía con la que hay en estos países, incentivar ayudas para formación e investigación, y mejorar los procesos y el control de calidad, entre otras cosas. Hay un boom ahora de producción, necesitaríamos el doble de gente y eso tarda. Nosotros hemos puesto en marcha una academia con la que estamos intentando a marchas forzadas preparar y promocionar gente”

Los nuevos retos: humanos en 3D e inteligencia artificial

Sobre Félix Bergés (Madrid, 1960) recae el universo artístico y creativo de El Ranchito. Astrofísico de formación, a los 14 años ya programaba. Estar situado entre la tecnología y la narrativa de la imagen visual le emociona. “Lo más importante para ser un buen creador de efectos visuales es tener la capacidad de entender lo que quiere el director. Eres un técnico que trabaja de traductor entre un director y un equipo muy, muy técnico”.

Félix Bergés

 En 1983 cuando se adentró en los efectos visuales, los ordenadores apenas eran capaces de hacer nada. “He vivido toda la progresión de la tecnología, los programas que utilizábamos hace 20 o 30 años ahora están obsoletos y cada día cambia, hay que estar formándose todo el tiempo: la irrupción de la inteligencia artificial transformará todo los próximos años y hay que estar ahí”, comenta. Para ello, como todas las casas de efectos visuales de cierto tamaño, El Ranchito posee un departamento de I+D.

“Prácticamente ahora es impensable una película sin efectos visuales, incluso las de Woody Allen tienen, siempre hay retoques. El reto actual es hacer seres humanos en 3D, todavía no lo hemos conseguido de manera convincente. Ha habido ejemplos llamativos como el de Benjamin Button, pero aún estamos lejos. De aquí a un tiempo se conseguirá, eso seguro: veremos una película larga en la que el personaje será mentira…”.