José Sacristán: “Madrid es un escenario formidable”

El actor José Sacristán (Chinchón, 1937) recibe mañana sábado 12 de febrero en el Palau de les Arts de València el Premio Goya de Honor 2022 por su carrera, un año después de haber sido reconocido con el Premio Nacional de Cine y tras más de 60 “jugando, trabajando, estudiando, investigando, curioseando, mirando, con tanta certeza como inquietud, con tanto arrojo como temor, como suele ser habitual en el ánimo de los que nos dedicamos a esto”, decía al recoger el galardón.   

Madrid Film Office ha tenido el placer de hablar con él, pocos días antes de la gala de los Goya, para conocer su relación con la ciudad, sus lugares y localizaciones preferidas y adentrarnos en algunas de las películas rodadas en Madrid en las que ha intervenido (imposible abarcar en estas líneas toda su extensa filmografía).  

“Madrid tiene rincones de un valor cinematográfico bárbaro, por supuesto que sí, es un escenario formidable. Tiene multitud de escenarios a cuál más interesante desde el punto de vista cinematográfico”, subraya. “El Madrid de los Austrias es mi zona favorita, vivo relativamente cerca y me encanta pasear por él. Con todos sus problemas y deficiencias me gusta mucho esta ciudad. Soy enemigo de las definiciones, pero diría que Madrid es una ciudad abierta y variopinta, entre otras cosas”. 

Con 84 años, Sacristán atesora más de 125 filmes, a los que se suman sus interpretaciones en el teatro (en la actualidad está de gira con Señora de rojo sobre fondo gris). Debutó en el cine en 1965 gracias al productor Pedro Masó con La familia y uno más, dirigida por Fernando Palacio, y en los setenta participó en muchas de las comedias atrevidas de aquellos años que le convirtieron en un actor popular junto a José Luis López Vázquez y Alfredo Landa. 

Llegarían enseguida en los setenta, sin embargo, notables papeles dramáticos en películas tan representativas de la Transición como Asignatura pendiente (1977), opera prima de José Luis Garci, y Solos en la madrugada (1978), del mismo director. Si en la primera El Retiro, la zona de nueva construcción de Niño Jesús, la Plaza Mayor, Gran Vía, Plaza de Callao, el Paseo de Pintor Rosales ambientan la historia clandestina de amor de José y Elena (Fiorella Faltoyano), en Solos en la madrugada abundan los paseos nocturnos por El Retiro, por Gran Vía, Plaza de España, Plaza de Oriente…  

“A mí nunca me ha gustado rodar de noche y cada vez menos, cuando se hace de noche y empiezas a rodar es un incordio”, recuerda. “La verdad es que ¡son tantas las películas que he rodado en Madrid! y cada una de las localizaciones y de las películas tienen en mi memoria su recuerdo, su encanto y su buen rollo. Es un agravio comparativo comparar una con otra, un estado de emoción con otro; ya lo he dicho muchas veces: cada una de mis películas son mi vida”.

(Carteles de Asignatura pendiente y Solos en la madrugada)

En los 70 estrenó además otros de los títulos más representativos de la época como El diputado (1978) y Navajeros (1980) de Eloy de la Iglesia, y Operación ogro (1979) de Gillo Pontecorvo. 

En El diputado (Sacristán encarna a Roberto Orbea, militante clandestino de izquierdas llegado a diputado en las elecciones de 1977) aparece el Cine Carretas, el Congreso de los Diputados y el exterior de la antigua cárcel de Carabanchel, ya que para recrear el interior de la misma se utilizaron los pasillos y las salas del por entonces antiguo Hospital General de Madrid, posteriormente rehabilitado para albergar el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.  

En Navajeros, uno de los filmes más emblemáticos del llamado cine quinqui, en el que Sacristán da vida a un periodista, se muestra el gran contraste entre zonas de Madrid como Gran Vía y las plazas de Callao, del Carmen y de España en el centro, el Cementerio de la Almudena, la calle de Agustín de Foxá en Chamartín, la plaza de Don Antonio de Andrés en Vicálvaro y varios espacios del distrito de Puente de Vallecas, muchos de ellos muy transformados en la actualidad. 

“La ciudad va cambiando, evoluciona, pero en esencia es la misma”, agrega Sacristán. “Lo que fundamentalmente ha cambiado es la manera de hacer cine, las herramientas de rodaje”. 

(Carteles de El diputado y La colmena)

No podemos dejar de citar otro de sus trabajos más destacables en Madrid, La colmena (1982) de Mario Camus. En ella, además del Café Gijón, la Chocolatería San Ginés, los Estudios Cine Arte, El Retiro o la Gran Vía se retrata la desconocida y atractiva Colonia Madrid Moderno, de chalés de estilo modernista. 

Más recientes son sus interpretaciones en Madrid, 1987 (2011) de David Trueba donde el Café Comercial adquiere protagonismo, y Magical Girl (2014), de Carlos Vermut, en la que la calle Felipe Castro, la Glorieta Puerta Toledo, la Plaza General Vara del Rey, o Claudio Coello aparecen retratadas. 

¿Y cómo recibe el Goya de Honor José Sacristán? “¿Cómo lo voy a recibir?, pues muy agradecido y muy contento porque además yo soy uno de los que puso en marcha la Academia de Cine hace ya un montón de años. Me siento muy contento y muy agradecido, sí”. 

(Carteles de Madrid, 1987 y Magical girl)