Madrid y la adolescencia en ‘La edad de la ira’

ATRESplayer PREMIUM ha estrenado La edad de la ira, una miniserie de cuatro capítulos de cincuenta minutos de duración producida por Atresmedia Televisión en colaboración con Big Bang Media (THE MEDIAPRO STUDIO) y MASFICCIÓN. Se trata de una interesante adaptación de la novela homónima del novelista y dramaturgo Nando López finalista al Premio Nadal 2010 que retrata la adolescencia, sus preocupaciones y dificultades actuales a través del thriller.  

El creador de la adaptación televisiva es Juanma Ruiz de Córdoba, guionista de Vis a vis: El Oasis, Vis a Vis, Cuenta atrás y Águila roja; que ha trabajado junto a Lucia Carballal, guionista (Vis a vis: El Oasis, Vis a vis) y dramaturga (La resistencia y Una vida americana, finalistas en los Premios Max). El equipo de casting ha sido dirigido por Luis San Narciso y Jesús Rodrigo es el responsable de la dirección. 

La serie se ha rodado íntegramente en Madrid y Madrid Film Office ha podido reunirse con su director Jesús Rodrigo para conversar sobre los escenarios que ambientan los episodios y conocer cómo se integran en la narrativa. 

“La novela está contada desde una perspectiva más adulta, en la serie sin embargo partimos de las emociones y lo que les va pasando a los jóvenes”, comenta. “Lo que pretendíamos es, además de entretener, generar cierto debate; la novela, escrita en 2011, habla de homofobia, del bullying, de la violencia de género y te das cuenta de que diez años después seguimos igual o peor”  

En cuanto a las localizaciones, el director señala que han querido alejarse de la postal y retratar Madrid desde el realismo y la cotidianidad. 

“Los espacios están muy integrados en la historia y reflejan momentos clave en el proceso que viven los adolescentes, cómo salen, cómo se divierten…”, apunta Rodrigo. Por ejemplo, hay un botellón en los bajos del Viaducto de la Calle Segovia, muy reconocible, igual que el Cine Doré, donde van varios de nuestros protagonistas que son muy cinéfilos. También hay una secuencia en La Vía Láctea, el bar clásico de Madrid”. 

Otras localizaciones importantes de la serie son el Instituto Ramiro de Maeztu, donde acuden los protagonistas; el Estupenda Bar Madrid; calles de Malasaña y de Las Vistillas; la estación de Metro Herrera Oria, barrio en el que viven los jóvenes; las Fuentes de Murillo del Paseo del Prado; el Arco de Cuchilleros; las plazas del Alamillo y de Oriente; el Jardín Botánico; el Cementerio de La Almudena; y el Embalse de Pinilla en Lozoya, donde se genera la relación entre tres de los protagonistas. 

“Hay una ventaja en la serie que es el personaje de Raúl; él viene de Barcelona, donde se intuye que ha sufrido bullying, y va descubriendo determinados lugares de Madrid, descubrimos la ciudad a través de sus ojos. Por ejemplo la Plaza Mayor donde escucha música hip hop y se pone a bailar y aparecen Amaya y Manu y ahí comienzan su amistad”, continúa el director. “También hay un skyline muy bonito de Madrid, el de la A3 de Vallecas, que es más urbano y menos fotografiado, y un paseo nocturno en bici de Amaya por la zona de Ventas… Lo cierto es que las localizaciones acompañan muy bien lo que estamos contando, sin pasar nunca a primer término». 

La serie, rodada prácticamente en su totalidad en exteriores, tuvo que contar con el apoyo de los viandantes. “En Madrid hay mucha conciencia de los rodajes, la gente cuando escucha un ‘acción’ o un ‘no se puede pasar ‘colaboran y eso se agradece mucho”.