
El equipo de producción de Antidisturbios nos cuenta los detalles sobre el trabajo de localizaciones en el marco del festival Serielizados Fest
La serie original de Movistar+ Antidisturbios es la serie más vista en la plataforma de Telefónica durante el año 2020. Una de las series españolas del año que cuenta ya con cinco nominaciones a los Premios Forqué a lo mejor de la producción española, entre ellas la de mejor serie, categoría que se incorpora como novedad en los galardones que abren la temporada de premios del audiovisual español. La producción en colaboración con The Lab y Caballo Films se ha ganado también el beneplácito de la crítica, con seis nominaciones a los Premios Feroz de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España, que se entregarán en febrero.

Madrid es el escenario principal de la trama de Antidisturbios, rodada en más de 100 localizaciones que también incluyen escenas filmadas en Valencia, La Coruña y Barcelona. La ciudad mantiene una presencia reconocible en una producción que ha trabajado al máximo la verosimilitud y el realismo de los escenarios. Un rodaje en localizaciones reales que pudimos descubrir con más detalle en la edición madrileña del festival internacional Serielizados Fest el pasado mes de noviembre.
La charla «El Madrid de las series: Antidisturbios» nos ofreció la posibilidad de conocer de primera mano el trabajo de localización de la serie a través de los testimonios del jefe de localizaciones Mikel Saldise, el coordinador de dirección Nacho Lavilla y el director de producción Jofre Farré. Una amena conversación en la Sala Berlanga, moderada por la periodista y profesora Concepción Cascajosa que está disponible en el canal de Serielizados en Youtube.
Un gran equipo de profesionales que ya habían trabajado anteriormente con Rodrigo Sorogoyen, director de la serie, a través de los cuales descubriremos detalles del complejo trabajo de producción para ubicar junto al director de arte Miguel Angel Rebollo los principales escenarios de la trama en una corrala, cuatro comisarías de policía diferentes, las casas y pisos de los protagonistas, un piso franco, los juzgados y diversos bares y restaurantes.
Todo ello en una ciudad que muestra sus múltiples facetas, la diversidad y el contraste de sus enclaves urbanos, desde la corrala de la calle del Ventorrillo, que en palabras de Saldise convirtió prácticamente a todo el barrio de Lavapiés en un plató de cine, hasta las calles del barrio de Salamanca con el piso franco de la calle Lagasca, determinante en la última parte de la trama.
En el transcurso de los seis capítulos de esta temporada con final cerrado, veremos a los protagonistas prestar servicio en la plaza de Callao, en la plaza de Juan Goytisolo junto al Museo Reina Sofía o en la calle Génova. También se utilizó en algunos momentos el exterior del auténtico cuartel de la unidad de antidisturbios de la Policía Nacional en Moratalaz, una localización principal de la historia que se ambientó en seis espacios diferentes.
Sin olvidar las complejas escenas de acción en localizaciones de vía pública como la plaza Nelson Mandela, nuevamente en las calles de Lavapiés, en la plaza del Palacio de Congresos de la Castellana, en los exteriores del Estadio Santiago Bernabeu y en los bajos de AZCA, que exigieron una gran labor de producción y propiciaron numerosas anécdotas, tal como relataron Nacho Lavilla y Jofre Farré.
Calles próximas al Paseo de la Castellana como la calle Poeta Joan Maragall junto al Hotel Melia Castilla y su entramado de bajos cobran protagonismo en el último capítulo, mientras otros encuentros tienen lugar en el Casino de Madrid y en diferentes restaurantes y cafeterías, desde el distrito Centro a la Castellana pasando por la carretera de La Coruña, y culminando con la memorable escena de los seis protagonistas en la marisquería gallega.