
La guía Eje Monumental. De Atocha a Plaza de España propone un paseo de cine por las localizaciones más destacadas del eje monumental de la ciudad.
La ruta Eje Monumental. De Atocha a Plaza de España es una guía elaborada por el grupo de investigación GeoCine para Ciudad de Madrid Film Office y el Foro de Empresas por Madrid. Una invitación a recorrer el trayecto entre estos dos ejes históricos de la ciudad a través de las películas rodadas en ellos.
Un paseo de cine por la ciudad que permite descubrir el abundante patrimonio audiovisual generado en torno a dos ejes neurálgicos, el Paseo del Prado y la Gran Vía, testigos de la historia de Madrid y escenarios de las historias cotidianas de muchos madrileños, el Paseo del Prado y la Gran Vía han sido protagonistas de innumerables películas a lo largo de los años.
La guía «Eje Monumental. De Atocha a Plaza de España combina obras de diferentes décadas y géneros para ofrecer un retrato variado de la ciudad y el cine rodado en ella. Está disponible en la página web de Madrid Film Office, donde podrás descargar la guía y conocer más detalles de la amplia filmografía desarrollada en torno a las dos grandes arterias viarias.

Películas disponibles en plataformas online
Una guía que pone en valor el legado cinematográfico y urbanístico de ambas avenidas en su recorrido por los lugares emblemáticos del Paseo del Prado y la Gran Vía a través de más de 65 películas que las han utilizado como localización. Muchas de ellas se encuentran disponibles durante estas fechas en plataformas digitales como Filmin, FlixOlé, Movistar+ y Amazon Prime Video.
El recorrido comienza en la Estación de Atocha, puerta de acceso a la ciudad de muchos de los protagonistas del cine rodado en Madrid, como La ciudad no es para mí (Pedro Lazaga, 1965) o el rodaje internacional El ultimátum de Bourne (Peter Greengrass, 2008). En el exterior, en la plaza del Emperador Carlos V, el antiguo ‘scalextric’ que se elevaba sobre la glorieta de Atocha aparece visible en películas como Enseñar a un sinvergüenza (Agustín Navarro, 1970) y Operación Ogro (Gillo Pontecorvo, 1979).

La guía nos invita a detenernos en el Museo del Prado, donde podemos seguir desde las andanzas de Rita Hayworth y Rex Harrison en Los alegres ladrones (George Marshall, 1961) a las de Manuel, el celador del Museo interpretado por Gabino Diego en su empeño por salvar un autorretrato de Goya en La hora de los valientes (Antonio Mercero, 1998).

Cruzaremos reconocidas plazas monumentales como la Plaza de Cánovas del Castillo con su fuente de Neptuno en El cochecito (Marco Ferreri, 1960) o sobre el llamativo deportivo rojo en Empezó con un beso (George Marshall, 1959), y seguiremos en la emblemática Plaza de Cibeles, presente en películas tan dispares como Patrimonio Nacional (Luis García Berlanga, 1981), la película de acción hongkonesa Operación Cóndor: La armadura de Dios II (Jackie Chan, 1991) o en Manolo, guardia urbano (Rafael J. Salvia, 1956).

La confluencia de la calle Alcalá con Gran Vía, coronada por el Edificio Metrópolis, y la Red de San Luis, con el imponente Edificio Telefónica siempre a la vista, aparecen en películas como Historias de la radio (José Luis Sáenz de Heredia, 1955) o El mundo sigue (Fernando Fernán Gómez, 1963), en las que se puede observar la obra del arquitecto Antonio Palacios.
Nos acercaremos a la Plaza de Callao desde diferentes perspectivas como en El misterio de la Puerta del Sol (Francisco Elías, 1929), la primera película sonora española que Filmoteca Española ha incluido en su ciclo online #DoréEnCasa, o en La flor de mi secreto (Pedro Almodóvar, 1995). Y también podemos asomarnos desde el Edificio Carrión, colgados de su icónico letrero de Schweppes en El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995), en una de las escenas más icónicas del cine español.
El tramo final de la Gran Vía, entre Callao y Plaza de España, se puede visitar a ritmo de tonadilla junto a las Las chicas de la Cruz Roja (Rafael J. Salvia, 1958), bajo la melancólica mirada del detective encarnado por Alfredo Landa en El crack dos (José Luis Garci, 1983) o completamente vacía en Abre los ojos (Alejandro Amenábar, 1997).
Finalmente llegamos a la Plaza de España, con títulos que ante la remodelación de la plaza ya se convierten en auténticos documentos históricos, desde los encuentros románticos de los protagonistas de El día de los enamorados (Fernando Palacios, 1959) y En busca del amor (Jean Negulesco, 1964) a las vistas desde las alturas de un recientemente inaugurado Edificio España en La ironía del dinero (Edgar Neville, 1957), o el protagonista de Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1981) con la ciudad mostrándose imponente al fondo.
